La caries daña y deteriora los dientes. Las bacterias en la boca se alimentan de los azúcares de los alimentos y las bebidas que su hijo ingiere. Las bacterias producen ácidos que pueden deteriorar la capa externa y dura de los dientes llamada esmalte.
Cada vez que comemos o bebemos, ese ácido puede atacar los dientes durante 20 minutos o más. Con el tiempo, se puede desarrollar la caries y formarse un orificio en el diente (una cavidad).
Las caries pueden aparecer apenas sale el primer diente del bebé, por lo general a los seis meses. Esto puede causar dolor y la infección puede diseminarse. Si la caries no se trata, puede destruir los dientes de leche.
La caries también puede tener otros efectos en la salud general del niño. Si su hijo tiene dolor de dientes, posiblemente tenga problemas para comer. Esto puede interferir en su crecimiento saludable.
Si un diente de leche se cae a muy temprana edad, los dientes contiguos pueden torcerse o desviarse hacia el espacio vacío.
Los dientes de leche mantienen el espacio en los maxilares para los dientes permanentes. Si un diente de leche se cae a muy temprana edad, los dientes contiguos pueden torcerse o desplazarse hacia el espacio vacío. Cuando entonces vayan a salir los dientes permanentes, es posible que no haya suficiente espacio para ellos. Esto puede ocasionar que los dientes permanentes se amontonen o se tuerzan, lo que hace más difícil mantenerlos limpios.
Si los dientes de leche de un niño son sanos, es más probable que sus dientes permanentes también lo sean. Los niños que tienen caries en los dientes de leche son más propensos a tener caries en los dientes permanentes.
Los dientes con caries y torcidos pueden afectar la autoestima de su hijo. Las caries no solo son nocivas, sino que también tienen mal aspecto. Si su hijo tiene caries, quizás se sienta mal al sonreír. Sin embargo, una sonrisa de apariencia agradable puede darle confianza en la escuela.
Dientes de leche sanos
Caries moderades
Caries moderades a graves
Caries graves
Los niños aprenden hábitos saludables de sus padres y encargados. Usted puede comenzar a desarrollar buenos hábitos si le limpia los dientes al niño todos los días, le brinda una alimentación saludable y lo lleva al dentista regularmente.
Para niños monores de tres años.
Para niños de tres a seis años.
Recuerde: ¡La pasta dental no es un alimento! No le ponga más cantidad de pasta dental porque tiene sabor agradable.
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